Service Pack 1 para Windows XP

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Qué es Service Pack 1 para Windows XP

Aunque Microsoft puso fin al soporte gratuito para XP el 8 de abril de 2014, seguir con Windows XP ofrece al menos siete ventajas significativas:

- Costoso de actualizar

- Velocidad y estabilidad tanto en estaciones de trabajo como en servidores

- Compatibilidad total con software de productividad y diseño familiar

- Soporte nativo, cableado para COM1 y soporte para hardware periférico legado

- Acceso confiable a software interno o propietario antiguo

- Sin curva de aprendizaje para los trabajadores actualmente productivos

- Menores costos iniciales de formación

Con Windows XP Service Pack 1, Microsoft presentó al mercado de consumo la primera versión estable del sistema operativo Windows. Habiendo dividido anteriormente el mercado en líneas de consumo y comerciales separadas, Microsoft descartó los planes de actualizar Windows 2000. En su lugar, utilizó el núcleo de Windows NT, estable y comercialmente exitoso, construyó Windows XP y lo ofreció tanto a consumidores como a empresas.

Los consumidores, en particular, notaron enormes mejoras de rendimiento después de actualizar a XP desde la impopular Millennium Edition (Windows ME) o Windows 98 SE. Windows XP es totalmente compatible hacia atrás para la mayoría del software escrito para Windows 98 y Windows 98 SE. Sin embargo, los nuevos usuarios de Windows XP pueden descubrir que algunos programas escritos originalmente para versiones anteriores de Windows ya no funcionan o requieren controladores actualizados.

Mientras que los consumidores disfrutaron del mayor beneficio al actualizar, tanto las empresas como los usuarios gubernamentales también se beneficiaron de las mejoras en Windows XP. Después de tres versiones y 11 años, muchas pequeñas y medianas empresas (PYME) todavía eligen no actualizar. Una razón sorprendentemente común es que Windows XP soporta una amplia variedad de periféricos legados como impresoras, unidades externas y unidades de cinta, sin mencionar los periféricos nativos COM1 del hardware antiguo como terminales de punto de venta. Muchos simplemente no funcionarán incluso con adaptadores USB a COM1. El tiempo y la ingeniería requeridos para las soluciones alternativas de hardware no son baratos.

Windows XP ofrece un ajuste razonable para los usuarios que desean actualizar su navegador, seguridad, conexión inalámbrica o de red, mientras mantienen acceso al software y periféricos antiguos. Cualquiera de estas cuestiones podría impulsar la decisión de no actualizar. Como señaló un programador empresarial en el foro de Spiceworks, aunque cada pequeña corrección a código antiguo represente un problema trivial, un proyecto que requiera hacer algo 100,000 veces no será fácil, rápido ni libre de problemas. De manera similar, aunque el costoso software propietario escrito para Win XP o Win 98 SE pueda funcionar en una máquina virtual moderna, no hay garantías.

Otras dos ventajas completan las razones para seguir con Windows XP. Primero, casi todos ya saben cómo usarlo y actualizar no es gratis. La mayoría del software de productividad antiguo ya funciona más rápido de lo que los trabajadores pueden hacer cambios en él. Muchos de ellos pueden ser reacios a empezar de nuevo con una nueva tecnología, prefiriendo en su lugar seguir con la tecnología conocida en lugar de incurrir en el costo de oportunidad de cambiar hasta que ellos o las máquinas se jubilen. Asimismo, la reentrenamiento incurre en costos directos que merman los resultados finales. Por contraste, una transición más gradual convierte a los adoptantes tempranos en multiplicadores de fuerza que pueden entrenar a los compañeros de trabajo a lo largo del tiempo mientras mantienen la continuidad con los sistemas pasados.

La decisión de si actualizar de Windows XP ahora, posponerlo para el futuro u optar por una transición gradual depende de muchos factores. No todos ellos conducen a una mejora realista en los resultados.